Estamos tan habituados a utilizar determinados productos de limpieza que ya ni siquiera nos damos cuenta de que algunos pueden resultar peligrosos, por eso tenemos que tener determinadas reglas a la hora de organizarlos y almacenarlos en nuestro hogar, sobre todo si hablamos de casas donde hay niños pequeños, personas mayores o mascotas.
En primer lugar lee las etiquetas, te darán instrucciones claras que te ayudarán a manejar los productos y además te darán las claves para su almacenamiento.
En la etiqueta también hallarás un número de información, que debes tener anotado para casos de urgencia. Muchas veces la etiqueta se desprende y nos quedamos sin ese número, y como a perro flaco todo son pulgas… suele ser cuando pasa algo.
En cuanto a la temperatura ten cuidado en no exponer los productos a temperaturas extremas y de hacer exactamente lo que dice la etiqueta.
Procura dejarlos siempre en lugares altos y lejos del alcance de los niños y animales. Si no puedes, cierra el armario con llave o colócale algún tipo de precinto.
Un consejo es que intentes que ese lugar esté en habitaciones donde no suelan entrar mucho los pequeños de la casa, como el garaje o el cuarto de la lavadora.
Por último y en cuanto a los envases, no los recicles. Hay mezclas que pueden causar diversas reacciones químicas, así que intenta utilizar el envase únicamente para su producto origen.