La historia de la fregona

Corria el año 1956, que fue cuando al español Manuel Jalón Corominas colocó un palo atado a una bayeta, un cubo y un escurridor de rodillos de madera con un pedal que accionaba los rodillos. Era algo que nadie sabía para lo que servía. Su creador le puso el nombre de fregasuelos, palabra que él consideraba más elegante, pero luego más tarde su primer vendedor comenzó a llamarla fregona, que en realidad era la palabra con la que se hacía referencia a toda mujer que se dedicaba a fregar y así ha pasado al diccionario.

Su creador la ideó pensando especialmente en las mujeres que fregaban de rodillas, se acabó el fregar de rodillas, ahora todas las mujeres podrían fregar de pié y eso incluía a hombres también.

Con este nuevo invento se evitaba que millones de personas en el mundo sufriera de enfermedades en sus rodillas, artrosis, bursitis, lesiones por astillas, infecciones, hongos en las uñas y el deterioro de las manos.

Hoy en día se calcula que más de dos millones de personas usan cada día la fregona en España, lo que demuestra que siendo un objeto muy sencillo, barato y pensado para el pueblo tiene una gran trascendencia para mucha gente aunque, todavía hoy, hay muchos lugares en Sudamérica que no saben para que sirve.